Muchos ven al email marketing sólo como un medio para alcanzar a una gran cantidad de personas a un muy bajo costo.... además de considerar una alta frecuencia en el envío sólo como una oportunidad para conseguir más ventas en el corto plazo....

¿Es esto una buena estrategia?

No hay una formula mágica en la frecuencia del envío de sus campañas de email marketing, pero sí hay que tener presente que la frecuencia y tamaño del alcance de su audiencia son dos factores muy delicados para alcanzar el éxito.

Quizás llegar en forma frecuente y a una audiencia amplia, pueda darle buenos resultados en el corto plazo, pero en el mediano y largo plazo se genera un agotamiento de la relación con sus clientes.

Los contenidos pasan a ser cada vez menos relevantes, minimizando el denominado AIDA (Atención, Interés, Deseo y Acción) de los clientes de comprar algo de su empresa. Esto se denomina fatiga de su base de clientes.

Campaña v/s Relacionamiento

El email es tan accesible, económico y efectivo que la tentación de llegar frecuentemente y a grandes audiencias de prospectos o clientes, puede convertirse en una verdadera adicción.

La mejor forma para dar con la frecuencia ideal, es viendo al email marketing como una herramienta de relacionamiento en el largo plazo, más que como una táctica para hacer campañas puntuales.

El email marketing es una herramienta poderosa para generar relaciones duraderas en el largo plazo con sus clientes, lo que se traduce en beneficios tales como lealtad y retención.

Al mantener la lealtad de sus clientes, los retiene más allá del factor precio o de la buena oferta del vecino.

Si vemos el email marketing como una herramienta de fidelización, podremos detectar qué es lo más relevante para nuestra audiencia, a la que comunicamos de nuestros productos o servicios.

Al conocer sus gustos y preferencias, vamos a saber mejor qué y cómo comunicarles. Eso hace del mensaje una comunicación relevante y, por ende, conseguiremos la Atención, el Interés y Deseo de los clientes de generar una acción.

Conclusión

La frecuencia en el mensaje va a depender del valor que tenga su comunicación para su audiencia.

Si tiene muchas cosas relevantes, la frecuencia es buena (envíos semanales, quincenales, mensuales, ect.)

Si no tiene nada relevante que comunicar, mejor no comunique.

La relevancia se logra segmentando su base de acuerdo a gustos y preferencias similares y no llegando a grandes masas de clientes con un solo discurso.

Recuerde no caer en la trampa del email marketing masivo. Segmente, con relevancia.