La producción de energía con bajo impacto ecológico sigue imponiéndose en todo el mundo como la mejor manera de asegurar la independencia energética con recursos renovables. Los paneles solares y los molinos de viento son quizás los medios más tradicionales, pero en la actualidad existen una gran cantidad de sistemas que permiten aprovechar el capital que la naturaleza aporta.
Si bien la energía hidráulica también es de las más destacadas y utilizadas por intermedio de las represas, también hay otra manera de aprovechar el movimiento del agua y es mediante molinos submarinos.
El país que se puso a la cabeza de este sistema para generar energía es Japón, que firmó un contrato con Toshiba y IHI Energy para iniciar una instalación comercial de las turbinas eólicas bajo el mar. Estas dos compañías se encuentran trabajando desde hace tres años en conjunto con la New Energy and Industrial Technology Development Organization (NEDO) y planean poner en marcha la planta productora en 2015, aunque recién la tendrán finalizada para el 2017.
El funcionamiento de estos molinos submarinos es similar a los eólicos, con la diferencia de que se necesitan dos hélices para lograr un mejor funcionamiento. Además, se instalan en el fondo del mar, mediante un sistema flotante, en zonas específicas donde las mareas y el oleaje es intenso.
Si el resultado es exitoso, el país del sol naciente podría incrementar el número de turbinas y así fomentar la reducción del impacto de dióxido de carbono en la atmósfera.
Cabe destacar que en otros países se está implementando este tipo de tecnología para generar energía renovable, como por ejemplo Irlanda, que firmó un acuerdo con Siemens por la instalación de un sistema similar al que planea montar Japón.